En la noche de este miércoles 15 de enero, en la carretera principal que conecta a Tibú con Cúcuta, Norte de Santander, fueron asesinados Miguel Ángel López, propietario de la funeraria San Miguel; su esposa Zulay Durán Pacheco; y su hijo de pocos meses de nacido.
Según información preliminar entregada por las autoridades, la familia fue interceptada por hombres armados en el sector de la vereda La Valera. Al parecer, los atacantes, presuntos integrantes de las Autodefensas Gaitanistas de Colombia (AGC), dispararon contra el coche fúnebre en el que viajaban.
El alcalde de Tibú, Richar Claro, rechazó categóricamente el crimen y expresó solidaridad con los familiares de las víctimas. Por su parte, el presidente Gustavo Petro también lamentó el hecho a través de sus redes sociales, afirmando que se adelantan investigaciones para esclarecer los móviles y capturar a los responsables
Miguel Ángel López era reconocido en Tibú como el “embalsamador de guerra”, debido a su labor como propietario de la funeraria San Miguel, donde atendía a las víctimas del conflicto armado en la región.
El ataque, que ocurrió un día después del cumpleaños de López, deja un profundo impacto en Tibú. Las autoridades aún no han podido ingresar al lugar debido a la alta presencia de grupos armados. En respuesta, integrantes del gremio de funerarias organizaron una caravana para recuperar los cuerpos de las víctimas.
La región del Catatumbo es conocida por la actividad de grupos armados ilegales como el ELN, disidencias de las FARC y el Clan del Golfo. Las autoridades trabajan para determinar si el ataque está relacionado con amenazas previas recibidas por López o si responde a disputas en la zona.
Mientras las investigaciones avanzan, la comunidad exige justicia y medidas que pongan fin a la violencia que azota al Catatumbo.
FUENTE QUINDIONOTICIAS.COM
