Un día como hoy, pero hace 25 años, en 1999, el último año del siglo XX, la historia de Armenia y los municipios del Quindío se partió en dos.
Era la 1:19 p.m., muchas personas se encontraban almorzando, trabajando o caminando por las calles y otras quizás, descansando, cuando un fuerte terremoto de 6,2 en la escala de Richter y con epicentro en Córdoba, provocó que los hogares se cayeran, la gente llorara, sufriera y corriera en busca de refugio o por sus seres amados.
Fueron horas de grandes angustias, una carrera contra el tiempo para localizar, y hallar bajo los escombros a las cientos de personas que pudieran estar con vida, o en el peor y el más triste de los casos sin ella.
Más de 240 mil personas quedaron damnificadas, más de 6.000 heridas, cientos fueron notificadas como desaparecidas y más de 1.200 fallecidas, como ‘Ana’, así la llamaremos, quien no tenía más de 17 años y murió mientras se bañaba, pues en la tarde tenía clases.
‘Ana’ vivía en el barrio los Álamos de Armenia, en un segundo piso y en momento en el que la tierra se estremeció como nunca antes lo había hecho, una parte de su casa, junto con ella cayó sobre la de Lucy.
Tristemente, escenas como estas se veían en cada calle, donde lo poco que logró quedar en pie, terminó viniéndose al piso pasadas las 5:30 p.m. cuando un segundo movimiento telúrico hizo que los sobrevivientes retornaran al pánico y el dolor.
Cientos de heridos que aún esperaban ser rescatados no lograron vivir, y otros quedaron gravemente heridos.
El panorama desolador que se apoderó de Armenia y varias zonas del Quindío, por ese y los días siguientes, reflejaban el poder destructivo de la naturaleza, pues la ciudad quedó reducida a escombros en más del 70 %.
Aunque el dolor aún vive por los que se fueron, Armenia renació entre los escombros y sus habitantes cada año recuerdan la misericordia de Dios y que gracias a Él SOMOS UN MILAGRO, un milagro que pese a las pruebas se sabe levantar.
FUENTE QUINDIONOTICIAS.COM