La medida, que entraría en vigor el 2 de abril de 2025, responde —según Trump— a la “hostilidad del régimen de Maduro hacia Estados Unidos” y a la presencia de la banda criminal Tren de Aragua, recientemente designada como “organización terrorista extranjera”.
“Venezuela ha enviado a Estados Unidos, de forma deliberada y engañosa, a decenas de miles de delincuentes de alto rango y de otros tipos, muchos de los cuales son asesinos y personas de naturaleza muy violenta”, se lee en un mensaje publicado por el mandatario en la red social.
De acuerdo con un informe de la Cámara Colombo Americana AmCham Colombia, la decisión afectaría especialmente a China, que en 2023 representó cerca del 68 % de las exportaciones petroleras venezolanas, según un análisis de la Administración de Información Energética de Estados Unidos. Otros países que también importan crudo venezolano y podrían verse impactados incluyen India, España, Rusia, Singapur y Vietnam, los cuales podrían enfrentarse al arancel del 25 % sobre sus exportaciones hacia el mercado estadounidense si continúan adquiriendo hidrocarburos de Venezuela.
Paradójicamente, Estados Unidos también ha importado petróleo venezolano. Solo en enero de 2025, según cifras de la U.S. Census Bureau, importó 8,6 millones de barriles desde Venezuela, en el marco de una flexibilización parcial de las sanciones. Sin embargo, en febrero de este año, Trump anunció el fin de esa política, y el Departamento del Tesoro solo extendió hasta el 27 de mayo la licencia que permite a Chevron continuar operando en el país sudamericano, eximiéndola temporalmente de sanciones.
Colombia no importa ni gas ni petróleo de Venezuela, aunque el gobierno del presidente Gustavo Petro lo consideró como una de las principales opciones para atender el déficit de gas, ante la caída de las reservas, la negativa a nuevos contratos de exploración y los plazos que tienen para entrar los pozos offshore en el Caribe colombiano, como lo son Sirius y Komodo, programados para finales de esta década.
De hecho, en una reciente entrevista, el presidente de Ecopetrol, Ricardo Roa, a pesar de que consideró como una opción la importación de gas de Venezuela y “no dejamos de valorar esa opción porque es la más económica”, reconoció las dificultades que tiene. “Tenemos dos restricciones: la licencia Ofac, la primera; y la segunda, la disponibilidad y el nivel de integridad del gasoducto que no es de nuestra propiedad, que no depende de nosotros el tenerla, y la disponibilidad comercial desde Venezuela y desde PDVSA para que se pueda exportar gas a través de cualquiera de las infraestructuras existentes en ese país”, señaló.
De hecho, la limitante de las sanciones que venían contra Venezuela por estar en la Lista Ofac (conocida como la Lista Clinton) había congelado el interés de Colombia por desarrollar negocios con el vecino país y, ante la expectativa de unos permisos de Estados Unidos, para avanzar en acuerdos, permisos que no llegaron.
Fuente: Semana