El presidente Gustavo Petro anunció este viernes, 17 de enero de 2024, la suspensión de los diálogos de paz con la guerrilla del ELN, señalando que los enfrentamientos recientes en el Catatumbo constituyen “crímenes de guerra”. La decisión se da en medio de una creciente crisis en la región, donde los combates entre el ELN y las disidencias de las FARC han dejado al menos 34 muertos, incluyendo siete firmantes del Acuerdo de Paz de 2016.
La violencia se ha intensificado por los enfrentamientos entre el ELN y las disidencias del Frente 33 de las FARC, que buscan el control de la estratégica zona fronteriza. Según Camilo González Posso, jefe negociador del Gobierno con las disidencias, el ELN estaría atacando deliberadamente a firmantes de paz y colaboradores de las conversaciones. “Es un plan contra la paz y los acuerdos firmados en 2016. Quieren posicionarse políticamente en la frontera mediante estrategias concertadas que amenazan a la población civil”, afirmó González.
El presidente Petro había convocado a una reunión urgente en la Casa de Nariño con el ministro del Interior, Juan Fernando Cristo, y el alto comisionado para la paz, Otty Patiño, para evaluar la situación. Como parte de las medidas inmediatas, el ministro Cristo viajará al Catatumbo para analizar de primera mano la grave situación de orden público.
La decisión del presidente se dio poco después de que el ELN emitiera un comunicado declarando como objetivos militares a empresas y comerciantes que supuestamente han colaborado con las disidencias. En el documento, la guerrilla justificó la violencia como una respuesta a las “inmundicias” del grupo rival y advirtió que “seguirá corriendo sangre en el Catatumbo” hasta que el comandante disidente conocido como ‘Richard’ sea entregado.