El presidente de Colombia, Gustavo Petro, lanzó un contundente mensaje al Congreso de la República, insistiendo en la necesidad de aprobar la Ley de Financiamiento presentada por su Gobierno para el año 2025. De lo contrario, advirtió, se realizarán recortes en los subsidios destinados a los sectores más ricos de la población.
La advertencia de Petro se dio en medio de las tensiones entre el Gobierno y el Congreso respecto al Presupuesto General de la Nación (PGN) para 2025. El Ejecutivo ha planteado un presupuesto de $523 billones, pero su financiación depende de la aprobación de una reforma tributaria con la que se espera recaudar $11,8 billones. No obstante, la propuesta ha encontrado resistencia en el Congreso, donde no hay consenso sobre su trámite.
“Si hay que recortar el presupuesto del 2025 porque el Congreso no aprueba la Ley de Financiamiento, entonces se recortarán todos los subsidios a los sectores ricos de la población. El pueblo no pagará el sobreendeudamiento de Duque”, afirmó el mandatario a través de su cuenta en X (anteriormente Twitter), en respuesta a las declaraciones del presidente del Senado, Efraín Cepeda.
Cepeda había señalado que, en caso de no aprobarse la ley, el Gobierno tendría que proceder a recortar el presupuesto del próximo año. “No hay ambiente para tramitar la Ley de Financiamiento. El Gobierno tendrá que recortar el presupuesto”, afirmó el senador, añadiendo que si el presupuesto se aprueba vía decreto, se estaría evidenciando la incapacidad del Ejecutivo para lograr acuerdos con el Legislativo.
Petro, por su parte, ha defendido su postura de no trasladar los ajustes financieros a los sectores más vulnerables del país. En contraste, algunos sectores políticos y figuras como el concejal Daniel Briceño han propuesto recortar los gastos de funcionamiento del Estado y avanzar hacia una política de austeridad. Entre las medidas sugeridas están la reducción de contratistas, el gasto en embajadas, vuelos privados, camionetas blindadas y viáticos.
El desacuerdo entre el Congreso y el Gobierno, que se profundizó tras el fracaso de las comisiones económicas para aprobar el PGN en primer debate, ha dejado el camino abierto para que el presupuesto sea eventualmente aprobado por decreto. Expertos aseguran que el Congreso tiene hasta el 20 de octubre para llegar a un acuerdo; de no ser así, el Ejecutivo podrá adoptar el presupuesto sin modificaciones.
El debate sobre la financiación del presupuesto ha revelado profundas diferencias entre el Congreso y el Ejecutivo, con sectores políticos cuestionando la capacidad del Gobierno para generar consenso. Mientras tanto, Petro ha dejado clara su postura: los ajustes no afectarán a los más pobres, sino que recaerán sobre aquellos que reciben subsidios sin necesitarlos.